Insuflar vida a los pabellones
arcus ofrece una alternativa económica y de alta calidad a la estructura convencional de los pabellones. El cuerpo del pabellón se compone básicamente de toldos llenos de aire que se mantienen estables con un gran flujo volumétrico. En este caso, el aislamiento es un factor particularmente relevante en cuanto a costes. Pero también la duración del llenado de aire, al fin y al cabo los pabellones se alquilan también como solución móvil.
La tarea
El gerente de arcus, Mario Wassermair, buscaba una solución más eficiente para su concepto de pabellón. El sistema de cubiertas llenas de aire requería un mejor aislamiento para ahorrar costes de calefacción. A esto se añadía el deseo de que el dispositivo de soplado fuera tan compacto que se pudiera utilizar también para pabellones móviles.
Y precisamente ese “dispositivo de soplado” no era óptimo: Para llenar un pabellón completo, cuatro compresores de dos kW de potencia cada uno necesitaban seis días. Demasiado tiempo para reaccionar con flexibilidad a los cambios: por ejemplo, si el techo del pabellón se cubre de nieve, se debe aumentar rápidamente la presión para mantener la forma del pabellón. En esa situación, Mario Wassermair se encontró con Elektror.
El asesoramiento
Christian Reischauer, empleado de ventas de la filial austriaca de Elektror contactó con arcus a través de Facebook por casualidad y le vino como caído del cielo. El especialista en tecnología del aire tuvo claro rápidamente cuál era el problema: los compresores. Están diseñados más bien para producir altas presiones, no tanto para grandes flujos volumétricos Por eso resultaba tan difícil llenar los gigantescos toldos de forma rápida y flexible.
Puesto que, además, las distintas cámaras de aire estaban conectadas en serie (es decir, primero se llenaba de aire la cámara 1, desde ésta el aire pasaba a la cámara 2, de ésta a la 3, etc.), la presión descendía al pasar de una cámara a la siguiente y la estructura nunca se llenaba entera de manera uniforme, por lo que se volvía rápidamente inestable.
Así que Elektror diseñó una solución que resolvía todos los problemas y además ahorraba costes.
La solución
Reischauer y sus compañeros apostaron de inmediato por un ventilador en lugar de un compresor. Este puede generar también la presión necesaria y proporcionar bastante más flujo volumétrico, es decir, llenar los toldos de los pabellones completos mucho más rápidamente.
Además se colocó a lo largo un depósito intermedio entre los dos toldos a llenar. La idea era llenar primero el depósito de aire (esto va rápido). Y a partir de ahí, las docenas de cámaras de aire de los toldos toman el aire necesario directamente a través de tubos flexibles de 50 cm de longitud como máximo.
Supone una enorme mejora frente a la antigua conexión en serie, en la que las cámaras debían ir llenándose una tras otra mediante conductos flexibles de hasta cien metros de longitud contra una resistencia a veces inmensa.
El HRD 1T FU infla el pabellón completo a plena carga de revoluciones en solo 6 horas. En modo de funcionamiento normal se supervisa por medio de sensores de presión. Si, por ejemplo, cae nieve sobre el tejado, el sistema reacciona automáticamente: El convertidor de frecuencia eleva el número de revoluciones y aumenta así en cuestión de minutos la presión interior de los toldos, al tiempo que el pabellón se mantiene estable. Las adaptaciones rápidas solo son posibles con el ventilador. El HRD 1T FU con 0,75 kW sustituye a cuatro compresores de dos kW cada uno.
El proceso
A lo largo de dos semanas se llevaron a cabo diferentes pruebas en un pabellón prototipo sobre el terreno de la empresa arcus. Primero con el HRD 2T FUK, después con un modelo algo más “pequeño”, el HRD 1T FU 105/0,75.
De ese modo averiguamos que el menor, el HRD 1T FU, era más que suficiente e incluso teníamos reservas. La solución se encuentra en funcionamiento continuo sin problemas desde hace tres meses.
El resultado
Mario Wassermair y su equipo nos recuerdan satisfechos: la duración de llenado del pabellón se ha acelerado por diez. Esto permite reaccionar con rapidez (con nieve o viento). Además la presión se distribuye siempre por igual en todas las cámaras, lo que mejora significativamente la estabilidad y el aislamiento del pabellón.
Así se ahorran 7.000 kW/h al año. En cambio, el ventilador cuesta solo la mitad que los compresores. También descienden los costes de material debido al ahorro de cientos de metros de tubos. La solución de Elektror es más productiva, flexible, segura y económica.